lunes, 22 de junio de 2009

Puerto Madero

Desde la fundación de la ciudad, las embarcaciones que llegaban a Buenos Aires fondeaban a considerable distancia de la costa en las amplias playas naturales del estuario del Río de la Plata. Desde allí, pasajeros y mercaderías eran trasladados a la costa en barcazas y carretas.

El viejo puerto

El Muelle de Pasajeros se inaugura en 1855 en el entonces denominado Bajo de La Merced, frente al Paseo de Julio (hoy Av. Leandro Alem) entre las actuales calles Sarmiento y Juan Domingo Perón. En este muelle atracaban los lanchones de alije y transbordo desembarcando el pasaje con toda comodidad.

Desde 1857 funcionaba -delante del viejo fuerte que hubo de demolerse parcialmente- la llamada aduana de Taylor, un edificio semicircular en terrenos ganados al río donde ahora está la Plaza Colón. Desde allí salía un muelle de unos 300 metros.



Aduana Taylor (izq.) Muelle de Pasajeros (der.),
se ve el muro o malecón en el Paseo de Julio (hoy Av. Leandro Alem)
Detalle de una litografía de Dulín, c. 1865.

Y en 1872 se construyó desde la costa de la barranca (Ahora Leandro Alem y Paraguay) hacia el río donde hoy se halla el espejo de agua del apostadero, el muelle de "Las Catalinas", llamado así porque se hallaba al cerca de la Iglesia y Convento de Santa Catalina de Siena. El muelle se internaba 500 metros en el río y una línea ferroviaria circulaba por él, para la carga y descarga directas, rumbo a los depósitos que se hallaban en la costa. Ese fue uno de los muelles que sirvió de desembarcadero a los buques de inmigrantes durante las dos décadas inmediatamente anteriores a la construcción del "Puerto Madero".

Necesidad de un gran puerto

Pocos años después, se decidió que era necesaria la construcción de un puerto completo. De los dos proyectos más importantes, el de Huergo y el de Madero, se optó por este último. Constaba de cuatro Diques interconectados y dos Dársenas (Norte y Sur), construidos en terrenos ganados al río. Los diques, se dividían a su vez, en 4 galpones de 19.600 metros cuadrados cada uno. Las obras se iniciaron en 1887 y finalizaron en 1898 .

Se alcanza a ver la plaza semicircular detrás de la Casa de Gobierno, donde estaba la Aduana Taylor.
A los pocos años, por el inmenso crecimiento del tráfico portuario, las instalaciones resultaron inadecuadas y en 1911 se iniciaron las obras de Puerto Nuevo, al Norte del anterior, según el proyecto planteado por Huergo.

Con el tiempo, el aumento del calado de los barcos y nuevas técnicas de embarque hicieron que las instalaciones de Puerto Madero resultaran anacrónicas, por lo que dejaron de utilizarse.


Puerto Madero actual

En 1989, se creó la Corporación Antiguo Puerto Madero con el objeto de urbanizar los terrenos del puerto en desuso. Esta urbanización significó la mayor obra en su tipo que se haya realizado en la historia de la Ciudad.

En 1991 comenzaron a remodelarse las 170 hectáreas del predio para formar un nuevo barrio en la ciudad. Se abrieron calles -que por ordenanza de 1995 llevan el nombre de importantes mujeres argentinas- y se reciclaron los viejos galpones, conservando los frentes de ladrillos a la vista y sus vigas de hierro fundido. Actualmente, los edificios albergan oficinas de diferentes empresas, modernos lofts con hermosas vistas al río, hoteles internacionales y una universidad privada.

También cuenta con diversos lugares de esparcimiento a lo largo de un paseo peatonal frente al canal que bordea los edificios, un complejo de cines, muchos restaurantes y pubs, dos museos flotantes: lla Fragata Sarmiento y la Corbeta Uruguay, de destacada actuación en la Armada Argentina. Y el antiguo Gran Hotel por donde pasaron millones de inmigrantes.

Al este de los diques, hacia el río ya hay habitados varios edificios de departamentos, y se están contruyendo otros, en una de las zonas más caras de Buenos Aires.

Macacha Güemes y Juana Manso

Como valor agregado, cruzando la antigua Costanera Sur, en terrenos ganados al río, están las 350 hectáreas de la Reserva Ecológica, refugio de numerosos ejemplares de la flora y la fauna típicas de la pampa y del delta del Paraná.
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domingo, 5 de abril de 2009

¿La venganza de Corina Kavanagh?

El edificio Kavanagh -frente a la Plaza San Martín- es una torre escalonada de hormigón armado de 120 metros de altura, 32 pisos y 105 viviendas. Cuando se inauguró (en 1936) fue el edificio más alto de Latinoamérica y la mayor estructura en el mundo de hormigón armado. El estilo es racionalista, caracterizado por la austeridad de las líneas, la carencia de ornamentos externos y los grandes volúmenes prismáticos.
Edificio Kavanagh-desde Plaza San Martín

La venganza de Corina (leyenda urbana)


Era una época donde las clases sociales no se mezclaban, pero eso no impidió que surgiera un romance entre Corina Kavanagh proveniente de una familia de "nuevos ricos", con un joven de alta alcurnia hijo de Mercedes Castellanos de Anchorena, quien habitaba (con 120 sirvientes) en lo que a partir de 1938 es el Palacio San Martín -sede de la Cancillería- la que se oponía tajantemente a la relación y que logró hacer que terminara.


Durante la década del ‘20, los Anchorena se centraron en la construcción de la Basílica del Santísimo Sacramento, futuro sepulcro familiar, que hoy funciona como un templo abierto a la comunidad. La intención era comprar un lote vacío que estaba justo frente a la iglesia para construir una nueva mansión y que de ese modo la parroquia quedara anexada.


Basílica del Santísimo Sacramento

Allí fue cuando la despechada Corina Kavanagh vio su venganza; redobló la apuesta y, tras conseguir comprar el lote, ordenó la construcción de un gran edificio cuyo único requisito era tapar completamente la visual de la iglesia desde todos los ángulos posibles y, sobre todo, desde los ventanales de la mansión de los Anchorena.


Si se quiere mirar de frente la actual Basílica del Santísimo Sacramento, uno se debe ubicar en el pasaje llamado "Corina Kavanagh" que forma parte de dicho Edificio
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Se dice que ésto es tan sólo una leyenda urbana, pero lo cierto es que el frente de la iglesia, al no ser recto el pasaje, sólo se ve parcialmente si se mira desde la calle Florida.

Pasaje Corina Kavanagh - desde Florida
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domingo, 22 de febrero de 2009

Tranvías de Buenos Aires

Hoy circulan tranvías en muchas ciudades del mundo: Amsterdam, Viena, París, Lisboa, Berlín, Barcelona, Frankfurt, son alguna de ellas.

En Buenos Aires el primer tranvía eléctrico -antes eran tirados por caballos y en 1880 ya había 146 km de vías- circuló el 22 de abril de 1897. A fines del siglo 19 ya había 647 kilómetros, convirtiéndose en una de las urbes con más tranvías. Pero a partir de 1952, los coches comenzaron a ser desmantelados y casi no quedaron piezas para reconstruirlos.

1940 - Mitre y San Martín

La década del 60 encontró a la ciudad con unos 1.800 tranvías. Pero su magia se terminó en 1963, cuando fueron sacados totalmente de servicio. No obstante, aún se pueden ver en muchas calles de Buenos Aires -pasados más de 40 años- a veces semi ocultas por capas de pavimento, las vías por donde alguna vez circularon.

El último en hacerlo fue el interno 3361, de la línea 38, construido unos pocos años antes por Fabricaciones Militares. Durante años estuvo en el colegio Hermanas de la Resurrección de Lanús (convertido en aula). Hasta que fue descubierto por un socio de la Asociación Amigos del Tranvía. Después de un trabajo de reconstrucción y restauración que llevó varios años, hoy forma parte de la "flota colección" de dicha asociación.

La eliminación del tranvía en Buenos Aires no fue un hecho aislado, ya que en América Latina la mayoría de los países siguieron el ejemplo de Estados Unidos (donde para 1975 solo ocho ciudades contaban aún con tranvías), suprimiéndolos masivamente en nombre del "progreso" (¿del progreso de las automotrices?). En cambio en Europa, muchos países no los abandonaron (Alemania, Holanda, Belgica, Suiza) y continuaron su perfeccionamiento. Su renacimiento comenzó después de la crisis petrolera de 1973, cuando se empezó a buscar un medio de transporte eficiente con capacidad de transporte intermediaria entre el autobús y el metro.

El regreso del tranvía

En 1980 la Asociación trajo un coche de Oporto, Portugal, similar a algunos que habían circulado en Buenos Aires en la década del '30 (acá no había quedado ninguno) y aprovechando la vía electrificada del subte A, que lleva a los galpones cercanos a la estación Primera Junta, puso a rodar otra vez el tranvía, un símbolo porteño, el Tranvía Histórico de Buenos Aires, en el que sábados, domingos y feriados se puede viajar de manera gratuita en alguno de los coches restaurados.


El 25 de julio de 2007, Perfil informaba sobre la inauguración de una línea de tranvía (el llamado Tren del Este) en Puerto Madero. El título de la nota: era Volvió el tranvía a Buenos Aires.

Tren del Este

Olvidó Perfil que ya desde 1986 se encontraba funcionando el "Premetro", que une la terminal de la línea E del subterráneo con el barrio General Savio.

Claro que el primero es para turistas, mientras que el Premetro sirve a los habitantes de la zona sur de la ciudad, y tal vez por eso dicho diario no lo registró.